Diecisiete metros y cuarenta y dos centímetros. A esa altura se encuentra el puente desde el que Bjarne y Luca, su mejor amigo, saltaron. No era una buena idea, pero Bjarne quería volar a toda costa para que en él se desarrollase una capacidad sobrenatural. No había normas establecidas para alcanzar la capacidad de volar, la de hacerse invisible o la de encender una llamita en la yema del pulgar; pero Bjarne estaba dispuesto a arriesgar lo que fuera para conseguir su objetivo. Sin embargo, las cosas no salen como planeaba y mientras su amigo termina viviendo en el mundo de los superhéroes, Bjarne va a parar a un campamento de verano para no capacitados. ¡Y allí empiezan todos los problemas!