«Miles de emigrantes siguen desplazándose cada año por el mundo, huyendo, sobre todo, de guerras, pero también de hambrunas o persecuciones políticas. Nadie se acuerda de los que mueren, y, a veces, ni de los que viven». Jordi Sierra i FabraPrimavera de 1881. En el Odisea, un barco que parte de Barcelona con destino a Nueva York, se cuela como polizón Alberto, un muchacho sin familia ni dinero. Entre los pasajeros de tercera clase, que viajan en condiciones deplorables, se encuentra un matrimonio de pequeños comerciantes arruinados, que aspiran a una nueva vida, Joaquina y Ventura, con sus dos hijas adolescentes: Leonor y Mercedes. Con la misma intención, y huyendo de la justicia, viaja Ricardo, junto con su esposa, Concepción, y su hijo Gerardo. Otro pasajero, Narciso Redolat, quiere encontrarse con Enriqueta, hija única de un próspero comerciante catalán de tejidos con quien se ha casado por poderes. Todos emigran a Norteamérica con la perspectiva de encontrar un futuro mejor. Durante la travesía surgirán amistades, rivalidades, amores... Pero en Nueva York resulta muy difícil sobrevivir sin dinero y los sueños cada vez parecen más lejanos.