DZIUBAK, EMILIA / SZELIGA, MADLENA
Todo comienza y termina en el ser humano, es causa y consecuencia.áSus manos laboriosas cuidan la tierra. La aran. Siembran en ella. La abonan paraáque las semillas crezcan bien y vivan mejor. Él elige las mejores, las mete conáternura en la tierra. Las riega. Se enfada cuando el sol deja de calentarlas con suáluz. Hasta les cantaría canciones de cuna si diera algún provecho. A veces llevaáabejas para que les hagan compañía. Las cura cuando se enferman gravemente.áPodrías confundirlo con un ángel si no fuera porque llega un día en que esteáser humano se pone las botas de agua, saca una canasta de la despensaááy empieza a arrancar, cortar y recolectar para seguir pelando, cortando,átriturando, guisando o echando al agua hirviendo. No se para a pensar ni poráun momento, ¿y si las frutas y las verduras tuvieran sentimientos?