Según las creencias de los primeros vascos, aquellos que seenamoraban de las lamias, seres mitológicos de apariencia similar a la de las sirenas, se convertían en delfines. Era el precio que debíanpagar por su atrevimiento. Un cambio radical que acontecía de la noche a la mañana, como el inicio de un viaje a un destino incierto. Deforma parecida, la vida de los migrantes también cambia cuando cruzanla frontera de su país y, una vez emprendido, el camino se vuelveotro, muy diferente al imaginado.
Por las páginas deLa vida anterior de los delfines se cruzan tres historias: eldestino del libro inacabado que la feminista Edith Wynner dedicó aRosika Schwimmer, activista, pacifista y sufragista nominada en varias ocasiones al premio Nobel de la Paz, así como la relación entre estas dos mujeres extraordinarias durante la primera mitad del siglo XX;las vivencias de una familia vasca emigrante en el Nueva York actualcon el trasfondo político y social del tormentoso fin de la era Trump, y las reminiscencias de la amistad entre dos niñas en el pequeñopueblo costero donde el narrador creció jun