Estas páginas pretenden ser un alegato contra la memoria hemipléjica que no quiere recordar ni comprender por qué se llegó a un episodio tan trágico como el que nos disponemos a relatar en este libro, limitando el periodo a considerar desde julio de 1936 y borrando, por tanto, hechos decisivos y precedentes.
Naturalmente este libro considera, no hay otra, como trágicos los terribles sucesos acontecidos en la carretera de la muerte de Málaga a Almería, donde miles de personas, entre milicianos y población civil, fueron atacadas por mar y aire por el ejército rebelde de Franco, provocándose un número elevado de muertes sin determinar con precisión hoy en día, aunque nadie cree que el número sea inferior al de tres mil personas.
Si la democracia española estuviese sostenida por partidos con auténticas convicciones democráticas y voluntad reconciliadora, qué problema podría haber en asumir la historia global de lo ocurrido en la España del siglo XX y exponer todos los hechos de modo que se comprenda por qué esta nación llegó a un enfrentamiento civil tan cruel y duradero. ¿Qué inconveniente habría en lamentar la muerte de todas las víctimas y en rendir honor a todos los muertos?
El cuento de una República paradisíaca que se truncó por la maldad de un Franco sin escrúpulos ya no se la cree nadie que esté en su sano juicio.
Ni la II República quiso ser una democracia en la mayoría de las ocasiones, desde su nacimiento, ni lo fue el franquismo, ciertamente ni lo pretendió, que ganó la guerra por la estupidez y mala organización de sus adversarios. Este libro quiere ser un llamamiento para los que, aún hoy, siguen intrigando para que los monstruos que condujeron a aquella guerra crezcan de nuevo hasta conseguir la destrucción final de algo tan grande como España y su res universal. Así no se puede seguir; o jugamos todos o pinchamos la pelota.